Biografía






Nació el 31 de Mayo de 1930, en Salta. A los 17 años viajó a Córdoba con el objetivo de estudiar pintura. Cursó estudios superiores en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. En épocas de estudiante se destacó junto a José de Monte, Raúl Diego Cuquejo, Pont Vergés, Raúl Pecker y Tito Miravetal por cambiar el estilo de la pintura y el dibujo en Córdoba, y por ello fueron apodados Los 6 Pintores Jóvenes de Córdoba. Egresó con el título de profesor superior de dibujo y pintura.
Ha desempeñado el cargo de inspector de enseñanza artística de la provincia de Córdoba. Realizó grandes escenografías al aire libre y también para teatros de títeres; diagramando además diarios y revistas en la capital cordobesa.
En el año 1958 contrajo matrimonio con Ana Ticac, para cinco años mas tarde partir rumbo a la ciudad de Chilecito. Resignó en parte su fama para aportarle a Chilecito un arte diferente que, en esa ciudad no era demasiado conocido, transmitiéndolo a través de escenografías, carrozas para La Chaya (de la cual formo parte durante muchos años) por lo que se sintió un chileciteño más, representando a esta ciudad y a la provincia de la rioja en cantidad de exposiciones dentro del país y en el exterior.





Su Obra

Excelente dibujante, conocedor de la figura humana. Su primera época se caracteriza por la sumaria exaltación expresiva de las formas.
Poco a poco el artista evoluciona hacia una abstracción lírica, basada en una estructura geométrica sensibilizada, de un estatismo tenso de donde surge algún elemento figurativo, símbolo del paisaje animal o vegetal de su tierra norteña, trazados con líneas sensibles que afirma la raíz telúrica de obral. El color modulado, preferentemente tierras y grises a veces puestos en transparencias, con alguna nota saturada, que provoca una vibración constante, caracterizándose por un estilo cubista con elementos surrealistas.




En la ciudad de Córdoba, en Agosto de 1959, Alfio Grifasi recibió el premio del Segundo Salón IKA, por su obra “Entierro del Angelito”, donde transpone elementos expresivos a formas netamente plásticas. El cuadro se resiente de un compromiso entre el tema y lo no figurativo. Este latente conflicto aparece atenuado por la sugestión poética del conjunto.
En Septiembre del mismo año del jurado del primer Salón de Artes Visuales que organiza la Estudiantina Universitaria.
En el Salón de Córdoba, de Pintura y Grabado, en Noviembre de 1959, obtiene el segundo premio en Pintura, por su obra “Salamanca”, en el cual persigue la expresión de una atmósfera mágica.
La Fundación Pepino y Márquez de Córdoba, reúne por primera vez en Buenos Aires un conjunto de obras pertenecientes a artistas plásticos cordobeses nacidos entre 1920 y 1930, entre los que participa Alfil Grifasi, donde muestra en sus obras dos tendencias en su desarrollo pictórico, de un lado colorido simbólico y vigoroso y por el otro una delicada estilización del tema.
Participa del III Salón IKA (1960) –muestra de pintura organizada por Industrias Kaiser Argentina- destinada a artistas del Centro, Norte, Cuyo y Litoral del país.
En 1961, la cuarta Muestra Anual de los salones IKA de Artes Visuales de Córdoba, adjudicó por unanimidad el premio mayor a Alfil Grifasi, por “Puesto del Noreste”
En 1962, expone en la galería Pértico de Buenos Aires, muestra que pertenece al pan de divulgación dispuesto por el Gobierno de Córdoba. En Noviembre de ese año, una exposición abierta al público en New York, muestra cómo diecinueve destacados artistas latinoamericanos contemplan la transformación que va operándose en sus respectivos países. La muestra titulada “Nuevas Orientaciones del Arte Sudamericano”, incluye pintores argentinos, brasileros, chilenos y uruguayos. Entre los artistas premiados incluidos en la exposición figura Alfil Grifasi.
En 1963, la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, exhibió una importante selección de grabados realizados entre los años 1950 y 1962, observándose que entre los expositores se encuentran artistas consagrados en el país y el extranjero.
Después de 10 años de partida hacia Córdoba, expone en su tierra natal, Santa, en el Salón de la Peña Española.
En Julio de 1964, con motivo de los festejos de la “Semana de Córdoba”, la Escuela de Artes de la Universidad, inaugura una exposición que representa lo más fielmente posible, el desarrollo de la pintura, escultura, grabado y dibujo de Córdoba. Pueden verse en exposición grabados pertenecientes, entre otros, a Alfil Grifasi. En septiembre del mismo año, participa de una muestra colectiva de pintura en Chilecito para la Semana de la Primavera.
En 1966 participa del III Salón del Poema Ilustrado en La Rioja.
En 1967 realiza el escenario del Cuarto Festival del Cancionero Riojano. En Marzo del mismo año, dicta un curso de dibujo para niños y adultos, en la Escuela Taller de Artes Plásticas de Chilecito.
En Noviembre de 1968, realiza una muestra con motivo de las Bodas de Plata del Club Atlético Chilecito.
Participa del segundo Salón Iniciación, organizado por el Rotary Club de Buenos Aires.
En 1970, con motivo del VII Festival del Cancionero Riojano, realiza el escenario, iluminación y afiches.

ALFIO GRIFASI Y SU PINTURA

El Tribuno Salta
Domingo 6 de Diciembre de 1953

ALFIO GRIFASI Y SU PINTURA
Por Edgar Arroñade

“El perro, más que un cuadrúpedo de pelos largos o cortos, es ese largo ladrido que oímos en la noche subir hasta la luna” Paul Klee.

Cuando la realidad objetiva de los plásticos en orden y composición, surge una expresión eminentemente plástica cuyos caracteres fundamentales son abstracción y universalidad.
El mundo sustancial de las cosas se resuelve en un sistema formal y colorístico. La sujeción del pintor a la estricta realidad de lo puramente visual suele arrastrar a un arte decadente y envilecido.
Hace muchos años que el arte en general se ha convertido en un problema. Y lo que es más importante, es que la problemática del hombre mismo ha dado como resultado una revisión total sobre el hacer humano en todos los campos del saber.
Una pléyade de jóvenes saben hoy perfectamente el papel que les cabe en el mundo. Y todos trabajan humildemente en el silencio.
Alfio Grifasi es uno de esos jóvenes, que trabajan en su taller y lentamente va conquistando una técnica que le permita expresarse mas libremente en el terreno de la práctica.
Lo pictórico no existe en función del mundo de los objetos, es una realidad en sí misma sujeta a leyes. La forma como vehículo de lo plástico nos está dada por la sensación en que la reacción estética es el conjuto de todos los elementos de lo cualitativo humano.
No nos interesa por ahora el problema de lo figurativo o no figurativo. Nos interesan las posibilidades que surgen de un sistema técnico para la expresión pictórica. Kandinski escribe que “un ángulo tocando un círculo es tan efectivo para la plástica como el dedo del hombre tocando un dedo de Dios en un cuadro de Miguel Angel”.
Cuando el color y la línea se encuentran en el lienzo, surge una infinidad de problemas que tienen que ser resueltos de acuerdo a ciertos valores eminentemente plásticos.
La obra de Grifasi es una síntesis de sensibilidad y abstracción. Muy intelectual, conserva sin embargo gran sensibilidad que hace vibrar la materia, llegando a crear, la más de las veces, verdaderos poemas en que las palabras están suplantadas por líneas y colores.
“Los Gatos”, “Títeres”, y todos los objetos se han despojado de toda materialidad, se han escencializado en tal grado, que no queda nada mas que eso, las escencias de las cosas. Los objetos pintados han dejado de ser “cosa”, y se han convertido en un juego abstracto de lo plástico sin perder nunca el valor de lo figurativo.
En un mundo poético como el de Grifasi, los animales y objetos ofrecen pasibilidad infinita para un lenguaje plástico bien manejado.
En un proyecto para jaula de loros lo veremos manejando colores violentos en contraste. “Los Gatos” están tratados en grises, haciendo juegos tonales, lo veremos manejando los colores que nazcan en la armonía de su imaginación de artista.
Inventar y descubrir es en el fondo lo fundamental de todo hacer en el terreno del arte. Por eso toda obra es una abstracción para el espíritu.
Los colores y las formas determinan una imagen particular de las cosas.
La recepción por parte del espectador es un problema que jamas debe ser olvidado por el pintor. Cuando se establece la correspondencia entre el espectador y el artista se evidencia que la obra es una abstracción para el mundo imaginario de los hombres.
El mundo y la vida no están hechos solamente por lo que se percibe, sino también por lo que se concibe.

Una Ausencia Infinita




ALFIO GRIFASI

Una ausencia infinita.



Alfio Grifasi nació en Salta en 1930 y murió en Buenos Aires, el 7 de Diciembre de 1980. Egresado de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Córdoba y dueño de un estilo indiscutiblemente personal, expuso sus trabajos en numerosas salas de todo el pais y el extranjero.


A la par de estos antecedentes brillantes en el campo artístico, Alfio Grifasi ser humano, fue el amigo luminoso, el hombre honesto para el que el arte adquiría la forma de un legado de absoluta humanidad.

Chilecito ha quedado sin uno de sus seres más valiosos, amparado por la luz divina, ya no nos pertenece, pero su obra sigue, única, deslumbrada, casi en la alucinación de una perfecta genialidad.

La riqueza de su expresión, en permanente renovación, nos parecía inusitada. Cada día era el comienzo de una nueva etapa. La luz de una nueva concepción.

Personalidades de esta magnitud, alientan a seguir el camino de entrega vital al arte. Grifasi vive en nosotros, sus amigos, y vivirá siempre en cada una de sus líneas transitadas por el Dios irrenunciable de la Creación Pura.